viernes, 10 de junio de 2011

La rebelión.

Mi cama ha armado una rebelión en mi contra, me reclama que te extraña y que no hago nada para recuperarte.

Mi almohada espera todas las noches el olor de tu cabello, sentir otra vez esas lágrimas tanto de alegrías como de tristezas que alguna vez derramaste, oír los secretos que sólo a ella le contabas, jugar a abrazarla pícaramente para llamar mi atención. 

¿Te hablo de mis sábanas? ellas están furiosas por qué desde hace tiempo ya no sienten tu piel, extrañan que jugaras a esconderte en ellas, que las agarraras con fuerza cuando te hacía el amor. Y hablando de amor, cada "Te amo" sonaba mejor cuando lo decías debajo de ellas.

Mi colchón está seguro de que volverás, entre alegrías y peleas una vez le prometiste que nunca te irías y si lo hacías, volverías. Él te creyó y aun te espera.

¿Recuerdas ese peluche que me regalaste? Ese que ha visto todo lo que hemos hecho en mi cama, ese que conoce nuestros deseos, nuestras experiencias, nuestras fantasías... Él sigue impaciente por verte, todos los días me da concejos para conquistarte de nuevo.

Esa cama que conoce exactamente nuestro olor, nuestro sabor, nuestro peso... Esa cama te extraña.

Y ahora yo... Yo soy el que más te necesita, no me gusta sentir que me falta algo. Me siento lleno de nada si no estás. Eres la pieza que falta para que todo esté completo.

¿Te vas así de la nada? ¿Te cansaste de todos los que te queremos? ¿Después de esto aún estás segura de que otras camas son mejores que la mía? Piensa, yo creo que no.

A pesar de todo hoy es un buen día. Hoy te voy a conquistar.
Volverás.



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