martes, 6 de diciembre de 2011

Nadie.

Lágrimas bajan por tu cara
Solas se secan con el viento
Nadie viene a quitártelas, nadie
Pero, tú no quieres que alguien venga a detenerlas 
No necesitas a nadie, nadie te necesita a ti
Lágrimas vuelven a caer y a nadie importa
Ni a ti.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Las mismas mentiras.

Estaba convencido de que no eras la persona para mí, eres un problema, un problema que me gusta demasiado. Me dije "Ya no más, no más" pero nunca hago lo que digo y eso será mi problema siempre. 

Llegaste, me dijiste "¿Podemos hablar?" y supuse que caería en tu trampa otra vez pero te lo permití.

"Todo pasa porque tiene que pasar", "Nada es como tú crees", "Yo no tengo la culpa"... Ejemplos de las frases que escuché salir de tu boca, frases cansadas de ser dichas, cansadas de ser repetidas pero ¿Adivina qué? con todo y eso, caí...

En un momento dejé de escucharte y me concentré en el movimiento de tus labios, esos que fueron míos y que con certeza sabía que volverían en poco tiempo porque si de algo estaba seguro era que iba caer. 

Después de pelear entre un SI y un NO, no pude más y cesé... 

Mi mente dijo: Odio lo débil que soy.

Mi corazón dijo: Lo volviste a hacer.

Mi boca dijo: ¡Cállate y abrázame! 

No pude hacer más nada, caí con las mismas mentiras. 

Sonidos ya olvidados.

Escuché otra vez como reías y volvieron todos esos sonidos olvidados, sonidos que, desde hace mucho no escuchaba. Esos que hace tiempo hacían que mi vida tuviera sentido, que me hacían feliz. 

Extraños ya son, los "Te quiero" que de tu boca salían y ansío volver a escuchar, palabras que hacían salir el sol cada mañana. 

Suspiros que hablaban más que cualquier cosa, esos que me decían que te estaba haciendo inmensamente feliz.

Tu llorar... Es el sonido que hubiese preferido no recordar, nunca quise que tus lagrimas fueran por mi culpa (A menos que fueran de felicidad) pero ya todo está hecho y no se puede arreglar.

Tus gritos cuando peleabas conmigo, eran graciosos créeme, te veías hermosa cuando estabas molesta.

Tu dulce voz cantando nuestra canción favorita, la canción que marcó nuestro amor. Todavía suena en mi cabeza.

Gemidos que me pedían más... Gemidos que me decían que la tarea de hacerte volar la hacía bien. El sonido del placer.

El rechinar de la cama me trae buenos recuerdos ¿Qué no hicimos en ella? Jugamos, nos amamos, lloramos, peleamos... pero siempre terminábamos riendo.

Tus pasos los podía reconocer aunque estuvieras a millones de kilómetros.

En fin... Me trajiste todos los sonidos olvidados que, por supuesto, quería recordar.



miércoles, 20 de julio de 2011

Lenguaje corporal.

No digas que no te lo dije.
Muchas veces no te respondía los "Te amo".
Algunas veces no correspondía tus besos, caricias, suspiros...
En una que otra oportunidad evité tus manos.
Mis ojos ya no te miraban a menudo.
Tus chistes no provocaban ninguna sonrisa en mi rostro.
El sexo era sólo eso, sexo.
No digas que no te lo dije... Mi cuerpo te habló.



viernes, 10 de junio de 2011

La rebelión.

Mi cama ha armado una rebelión en mi contra, me reclama que te extraña y que no hago nada para recuperarte.

Mi almohada espera todas las noches el olor de tu cabello, sentir otra vez esas lágrimas tanto de alegrías como de tristezas que alguna vez derramaste, oír los secretos que sólo a ella le contabas, jugar a abrazarla pícaramente para llamar mi atención. 

¿Te hablo de mis sábanas? ellas están furiosas por qué desde hace tiempo ya no sienten tu piel, extrañan que jugaras a esconderte en ellas, que las agarraras con fuerza cuando te hacía el amor. Y hablando de amor, cada "Te amo" sonaba mejor cuando lo decías debajo de ellas.

Mi colchón está seguro de que volverás, entre alegrías y peleas una vez le prometiste que nunca te irías y si lo hacías, volverías. Él te creyó y aun te espera.

¿Recuerdas ese peluche que me regalaste? Ese que ha visto todo lo que hemos hecho en mi cama, ese que conoce nuestros deseos, nuestras experiencias, nuestras fantasías... Él sigue impaciente por verte, todos los días me da concejos para conquistarte de nuevo.

Esa cama que conoce exactamente nuestro olor, nuestro sabor, nuestro peso... Esa cama te extraña.

Y ahora yo... Yo soy el que más te necesita, no me gusta sentir que me falta algo. Me siento lleno de nada si no estás. Eres la pieza que falta para que todo esté completo.

¿Te vas así de la nada? ¿Te cansaste de todos los que te queremos? ¿Después de esto aún estás segura de que otras camas son mejores que la mía? Piensa, yo creo que no.

A pesar de todo hoy es un buen día. Hoy te voy a conquistar.
Volverás.



domingo, 29 de mayo de 2011

Sustancias Adictivas

Mezclando mis sentimientos junto a los ingredientes esenciales para hacer un buen café me doy cuenta que bebo mi vida en unos cuantos sorbos... Ya es costumbre levantarme e ir directo a la cocina para fantasear con hacerte a ti lo que hago con él. 

Caliente y fuerte ¿A quién describo? ¿A ti o a mi café? Me parece que a los dos. Ambos son mi droga, mi medicina y mi veneno.

Es inevitable calentarme a gran escala cuando mis labios tocan su dulce y regio sabor, es una sensación parecida a cuando te beso. Mis ojos se dilatan, mis poros se abren, mis sentidos se disparan, mis deseos crecen, mi libido aumenta... Ahora que te bebí ¿Que fuerza sobrenatural te puede sacar?.

Me gusta cerrar los ojos mientras lo bebo porque te imagino por completo y siento la suave textura de tu cuerpo aunque al abrir los ojos obviamente no estas, llámalo masoquismo si quieres.

¿Existe una diferencia entre él y tú? le di muchas vueltas a este asunto hasta dar con la única respuesta. A él lo tengo todos los días, todo el día... A ti no. Para tenerte a ti tengo que creer en el destino.

¿Donde está? Le pregunto a mi taza todos los días sabiendo que nunca me va a contestar... No es normal que hable con objetos inanimados pero, ya a estas alturas de la vida no me importan las cosas normales.

A veces escucho voces ¿Delirio? Tal vez, por ti, por él. 

¿Me enamoré de ti, de mi café o del parecido que tienen los dos? Nunca conseguiré la respuesta... No encuentro la manera de juntarlos para crear la mezcla perfecta, pero no pierdo las esperanzas, cuando lo logre seré el hombre mas feliz y afortunado de este planeta.

Me gustaría que nunca se acabara esta sensación pero estoy claro que todo lo que empieza tiene que acabar. Al final siempre veo tu rostro en las poquitas nubes de espuma marrón que quedan... ¿Que hago? También me las tomo.

Hora de lavar la taza y despertar de mi fantasía...
Te veo mañana.

PD: Me llevo de recuerdo ese olor magnífico que me hace volar durante todo el día.