Puta.

Lástima que vendes tu amor -le dije- si te hubiese conocido hace unos meses atrás serías la misma mujer de hoy pero con un solo cliente fijo, uno que te da más que dinero, te da lo que muchos buscan en ti sin saber que no tienes ni un poco, ni la sombra de eso. Cariño.

Sé que no te importa nada, que mi nombre es tan irrelevante como el tuyo esta noche, pero al menos dimes si disfrutas haciendo esto. 

Odio que no me hables por tener la boca llena pero termina de hacer tu trabajo que puedo estar toda la noche aquí si lo deseas, si mi cuerpo aguanta o si mi billetera no queda vacía.

Placer del verdadero.

Agárrate, tan fuerte como puedas que yo trataré de no soltarte nunca; te quiero llevar a lo más alto, a la cima de lo que pocos conocen, a la cima del verdadero placer y verte arder en llamas, gritando y llorando, llamándome por mil nombres pero nunca acertando el mío.

Te quiero ver allí, arriba de mí, encima de todo lo que nos rodea revolcándote y retorciéndote de extrañas sensaciones, esas que jamás has sentido y verte caer en picada de nuevo a mis brazos, a mis sábanas ya no tan limpias y engancharte a mi cuello para escuchar tu último aliento...

—¿Te gustó? Fue un placer para mí

—suspiros—

—Por cierto Eva, mi nombre es Adán. 

¿Entendido?

Tus piernas se hicieron para ser besadas por mis labios

para ser recorridas por mis manos, y al final

para caminar fuera de mi cama y te vayas sola

¿Entendido? 

Nunca un 'no' por respuesta.

La vi en un bar encima de ese par de piernas gruesas ¿sueles sentarte en cualquier cosa que sea dura? Solo pregunto. Se le notaba en la cara lo que quería esta noche y yo ni duro ni perezoso la invité de la manera más directa porque no me gustan los juegos de niños.

—¿Vamos? Mi cama necesita cariño esta noche.

—No, gracias.

—¿Entonces no?

—NO. 

Si de algo estoy orgulloso es de mi poder de convencimiento y bueno, allí tirada en mi cama está la prueba de eso. 

Todo por ti.

Cuando dije que quería pasar el resto de mi vida contigo lo decía en serio; no sé que tengo que hacer pero lo haré tres veces mejor si es posible.

Cortaré un rosal entero aunque me corte con las espinas para iluminarte la cara porque sé que amas esa maldita flor; cantaría cada una de las canciones de The Beatles solo para verte bailar; me convertiría en el mejor chef del mundo para despertarte cada mañana con un desayuno perfecto; abriría cada puerta y arrimaría cada silla para hacerte sentir como una dama; me congelaría hasta no sentir mi piel solo por mantener la tuya caliente; te follaría en cada rincón de la casa para satisfacer cada una de tus necesidades; pelearía hasta quedarme sin dientes solo por protegerte; afeitaría mi barba solo por cumplirte un capricho; contestaría cada uno de tus mensajes y llamadas en menos de 5 segundos para no hacerte esperar nunca; me reiría de tus chistes que suelen ser muy malos; mataría al presidente y gobernaría el país si quieres ser la primera dama; nos esposaría y me tragaría la llave para nunca alejarme de ti; te amaría, como jamás nadie ta ha amado alguna vez.

Y ahora ¿Aún piensas que no sería el mejor hombre para ti? 

¿Aún mantienes ese "No"? 

Esa boca.

Jamás voy a poder olvidar a esa mujer, podía no ser perfecta pero tenía una de las mejores bocas que había podido probar en mi vida. Su boca. Mi vida era un delirio a la espera de su boca, en cualquiera de sus facetas. Lo deseaba más que comer, que dormir, que mi botella. 

Hablaba como una dama aunque por dentro no tenía ni un poco de eso; salían millones de ocurrencias de esos majestuosos labios. Mi ojos se clavaban en ellos durante horas, nunca me cansaba de ver sus movimientos. Típica mujer, aunque de típica tiene muy poco.

Sus besos eran tan salvajemente tiernos, tanto que podían llegar a marearte, donde te besaba dejaba una marca permanente. Despertaba cada sensación existente en esa piel muerta ¡era una diosa con la boca!

Y no puedo dejar pasar sus mamadas ¡Oh Dios míos esas mamadas! tan peculiares, tan perfectas ¡Esa mujer sabe lo que hace! un sube y baja tan perfectamente ejecutado, su boca caliente y húmeda, unos labios tiernos en un pedazo de carne dura.

¡Como deseo de nuevo la boca de esa mujer! Mi erección me está obligando a llamarla, y creo que lo haré esta noche, y mañana, y puede que el resto de mi vida hasta que conteste. 

Mi secreto.

Que difícil es ver tu mano solitaria al lado de la mía y no poder hacer nada para acercarlas, abrazarlas y enlazarlas para toda la vida; el miedo a no sentir esa corriente eléctrica entre tú y yo me invade porque en secreto estoy tan enamorado que no ver esos fuegos artificiales que el amor promete me destrozaría. 

Pierdo tiempo pensando en toda esta porquería en vez de actuar pero estoy paralizado viendo tu mano mientras tú, tan relajada, tan llena de vida, tan radiante solo miras al frente y sonríes por cosas que mi boca dice aunque no esté consciente de ellas y ¡BOOM! 

Me tomaste por sorpresa cuando colocaste tu mano encima de la mía y la apretaste con delicadeza. Todos mis miedos, mis dudas desaparecieron. Y me sentí como un hombre nuevo.

Eres tú, siempre lo has sido.

Mi corriente eléctrica

Mis fuegos artificiales 

Mi amiga

Mi todo

Y te amo, aunque por ahora solo sonría como un bobo. 

La muerte, tu sufrimiento.

Y de repente quise saber que se sentía morir, fue algo así como un simple capricho. Además mi vida no valía mucho. Me metí en la tina y el agua está muy fría mientras mi cuerpo se mojaba desnudo en su totalidad. Pensé que podía ir y venir, una idea descabellada, o ir y nunca regresar aunque ninguna de las dos opciones me importaba mucho.

Me fumé mis últimos seis cigarrillos que se fueron tan rápido como si hubiesen sido solo dos. Nunca me retracto de lo que digo pero lo dudé, por un momento. 

Me sumergí, mi vista se distorsionó, mis oídos se taparon y mi respiración tan trancada que dolía. Cada segundo iba subiendo la intensidad de cada sensación, me gustaba. 

Todo iba bien hasta que llegaste a mis pensamientos, pero no una buena imagen, te vi lloran, gritando y maldiciéndome. Te vi con las rodillas en el suelo regando las plantas con tus lágrimas. Te vi escribir y fumar hasta sentir dolor del verdadero. Te vi sufrir, más de lo que yo estoy sufriendo en este momento. Pude ver tu vida descontrolada y sin rumbo, no sabía lo importante que era yo para ti y salté, salí del agua.

Pensé que podía pero viví la muerte y se sentía como tú sufriendo, eso es algo que no puedo soportar. Me declaro culpable de ser el débil que no puede verte sufrir. Al final la muerte se siente al dolor de tu ser amado  y eso, sencillamente es horrible.

Cogí el teléfono

—Aló?

—Te amo, te amo, te amo... 

Podemos hacernos creer...

Podemos hacernos creer que somos amigos
pero el deseo que existe en nuestras almas
va más allá
va más allá de un corazón roto
dos personas que logran un alto grado
de intimidad
como nosotros lo hemos hecho
serán amantes para toda la vida
y nadie
ni tu novio
ni Afrodita
ni Jesucristo
podrán separar sus corazones
y menos estando uno encima del otro.

Susurro.

Ven, acércate un poco más, no no haré nada que no quieras o no te convenza de hacer. Háblame, quiero saber lo que se esconde detrás de tu fachada; quiero enamorarme de lo dañada que estás por dentro y no de lo perfecta que eres por fuera. Pon tus labios cerca de mi oído, no tan cerca que me da escalofríos, y cuéntame todos tus sueños, tus miedos, tus fantasías, tus fetiches más excitantes y oscuros.

Quiero esta noche ser tú y que tú seas yo, fundirnos uno en el otro. No hay necesidad de presionarte, quiero que las palabras salgan sin apuros de tu boca directas a mi alma, dime cualquier cosa, conmigo puedes ser tú, la tú verdadera. 

¿Has estado con pocos hombres? ¿No te gustan las relaciones? ¿Ninguno te ha amado como quieres? ¿Eres adicta al Tequila? ¿Despiertas despelucada cada mañana? ¿Te gusta el sexo rudo? ¿Amas el olor de las flores? ¿Odias el tráfico? Sigue, me gusta saber eso, quiero saberlo todo de ti. Conviértete en el libro que no me canso de leer y que tiene más páginas cada vez.

Acerca tus labios a mis oídos y susurra, no tan cerca que me da escalofríos te dije, y cuéntame, y enamórame, y miénteme si quieres. Tu voz es lo único que quiero escuchar por lo menos por hoy, más tarde tendremos tiempo para revolcarnos, tranquila amor.